Marta Domínguez sigue imputada

La juez revela que Alberto García suministró EPO a la atleta y mantiene la acusación contra ella por un delito de dopaje y otro de blanqueo

AMAYA IRÍBAR / CARLOS ARRIBAS

Puede aparecer en televisión asegurando que demostrará su inocencia, puede colgarse unos llamativos pendientes de platino para bromear sobre las acusaciones de la Guardia Civil, puede insinuar que detrás de la Operación Galgo contra el dopaje en el atletismo se esconde una campaña política por sus simpatías hacia el Partido Popular, puede mostrarse tranquila y sonriente ante el público..., pero Marta Domínguez sigue acusada de un delito de dopaje y otro de blanqueo de dinero, según un auto del Juzgado número 24 de Madrid, que instruye el caso desde hace casi dos meses. El documento, fechado el pasado martes, constata además que la campeona del mundo de los 3.000 metros obstáculos, la mejor atleta española, recibió de su amigo Alberto García, también imputado, "sustancias prohibidas en el deporte, concretamente EPO, con el fin de aumentar su rendimiento deportivo".

Doparse no es delito. Por eso Domínguez no responderá ante el juez por haber aceptado EPO el 17 de julio de 2010, nueve días antes de que empezaran los Europeos de Barcelona, en los que fue plata. Ni trembolona, un anabolizante sintético, y DMTH-2 de su entrenador, César Pérez. Pero sí va contra la ley traficar con ese tipo de sustancias o inducir a otros a consumirlas. El auto detalla que Domínguez compró sin receta productos dopantes en una farmacia -la titular y su hija están también imputadas- y se los dio a Eduardo Polo, su liebre en los entrenamientos en Palencia, el 23 de septiembre de 2010. Para ello contó con la ayuda del fisioterapeuta Manuel Corral, también acusado. Y facilitó trembolona a García a través de su representante, José Alonso Valero, el 17 de noviembre. La atleta asegura que el medicamento que suministró a Polo está autorizado en algunos casos.

Domínguez también está siendo investigada por blanqueo de capitales junto a su agente, Alonso Valero, a través de cuentas en Andorra y Mónaco.

La investigación, pues, continúa, pero por partes. La juez Mercedes Pérez Barrios mantiene las acusaciones contra 15 personas -solo exculpa al médico Javier Solanas, el atleta Eugenio Barrios y el ciclista Joaquín Novoa- y comunica que ha decidido separar en cuatro causas la instrucción "por falta de relación". Fuentes jurídicas aseguran que esta decisión es muy habitual en casos de tráfico de drogas y que el objetivo es facilitar la investigación.

Las cuatro ramas en las que a partir de ahora se dividirá la Operación Galgo tienen que ver con sus protagonistas. Domínguez y la trama palentina serán juzgados por un lado. García y Pérez, cada uno por el suyo. Y el entramado montado por el médico Eufemiano Fuentes, involucrado también en la Operación Puerto, pendiente de juicio, y el entrenador Manuel Pascua y sus colaboradores, entre ellos su esposa, María José Martínez, en otra pieza separada. La juez acusa a Pascua y Fuentes de varios delitos de dopaje de los que serían víctimas Nuria Fernández, campeona de Europa de los 1.500 metros; Reyes Estévez, cuarto en la misma prueba; la velocista Digna Luz Murillo y el fondista Alemayehu Bezabeh, entre otros deportistas.

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